El dólar paralelo se dispara en Bolivia, supera los Bs 15. Bolivia se va al desastre económico

La cotización en el mercado informal de Bolivia supera los 15 bolivianos. La política económica de los gobernantes están llevando al desastre del pais.
La política económica que impulsa el Gobierno de Luis Arce Catacora crea desconfianza. Expertos advierten sobre un escenario de estanflación, con inflación en ascenso, escasez de divisas y un modelo económico en crisis.
El boliviano continúa perdiendo valor frente al dólar. Aunque la cotización oficial se mantiene en Bs 6,96, en el mercado paralelo la referencia supera los Bs 15, según diversos portales donde se comercializa el USDT (dólar cripto), utilizado como parámetro para obtener la divisa en el mercado informal.
En Bolivia advierten sobre una posible espiral inflacionaria e incluso un escenario de estanflación debido al encarecimiento de la moneda extranjera.
Desde febrero de 2023, Bolivia atraviesa una crisis cambiaria que se ha intensificado en los últimos meses.
La principal causa es la disminución de las Reservas Internacionales Netas (RIN), que al cierre del tercer trimestre de 2025 se situaron en apenas $us 2.300 millones, uno de los niveles más bajos registrados.
A este panorama se suma el reciente anuncio del incremento salarial, que, según expertos, mantendrá la volatilidad del tipo de cambio. La semana pasada, el dólar digital llegó a cotizarse hasta en Bs 18, impulsado por movimientos inusuales en las plataformas donde se intercambia esta divisa.
El exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), José Gabriel Espinoza, atribuye este fenómeno a una combinación crítica de emisión monetaria, expectativas inflacionarias y políticas económicas centradas en la coyuntura electoral.
Espinoza advirtió que “el boliviano está perdiendo valor aceleradamente y el tipo de cambio paralelo seguirá subiendo”.
En su análisis, el economista explicó que uno de los principales factores detrás del alza del dólar paralelo es el deterioro de la confianza de la población y el mercado en la estabilidad macroeconómica del país.
“Bolivia está produciendo menos dólares de los que necesita. A esto se suma un Gobierno que gasta más de lo que tiene y se financia mediante la emisión del Banco Central. Esa combinación inevitablemente devalúa la moneda”, afirmó Espinoza.
También advirtió que la reciente decisión del Gobierno de incrementar el salario mínimo y el haber básico tendrá consecuencias directas sobre la inflación y, en consecuencia, sobre la cotización del dólar en el mercado paralelo.
“El incremento salarial es retroactivo, por lo que muchas personas recibirán en junio un monto extra, y lo más probable es que intenten proteger ese ingreso comprando dólares o criptomonedas”, señaló. Esta mayor demanda de divisas, en un mercado donde la oferta es escasa, continuará empujando el tipo de cambio hacia arriba.
Además, explicó que la inflación actual tiene tres motores: el aumento de los costos de producción por el encarecimiento del dólar, las expectativas negativas en un año electoral y la inyección de liquidez producto del incremento salarial. “Todo apunta a que el tipo de cambio paralelo se moverá por escalones, en la medida que estos elementos se combinen”, añadió.
Consultado sobre las posibles salidas ante esta situación, Espinoza fue claro: “Revertir esta tendencia será muy difícil. La única manera de estabilizar el tipo de cambio es dejar de hacer lo que se está haciendo: emitir dinero para financiar un déficit fiscal insostenible”. Según cifras que compartió, solo en 2023 el Gobierno tuvo un déficit de más de 32 mil millones de bolivianos, financiado en gran parte por el BCB.
En esta línea, el economista Jimmy Osorio explicó que el encarecimiento del dólar responde a una fuerte presión especulativa interna alimentada por la incertidumbre económica y la falta de medidas correctivas.
“Estamos viendo cómo el tipo de cambio se vuelve un reflejo de un problema más profundo: el agotamiento del modelo económico basado en gasto público elevado, subsidios y emisión monetaria”, indicó Osorio.
Además, el economista anticipó que la subida del salario tendrá efectos inmediatos en la inflación. “Si el costo de la fuerza laboral sube, inevitablemente sube el precio del bien o servicio. Esto va a repercutir en toda la cadena productiva: construcción, salud, educación, turismo”, advirtió.
Osorio exhortó al Gobierno a buscar soluciones estructurales y dejar de las posturas políticas.
Recordó los episodios de hiperinflación de los años 80, cuando el Estado incluso imprimía cheques por falta de papel moneda, como ejemplo de lo que podría ocurrir si se insiste en políticas de gasto desmedido sin respaldo.
De acuerdo con el economista Gonzalo Chávez, este aumento está motivado por una combinación de factores estructurales, desequilibrios en la balanza comercial y una creciente demanda especulativa ante la incertidumbre económica y política.
El especialista explicó que “Bolivia ha dejado de generar dólares en el sector más importante de su economía: los hidrocarburos”. Según detalló, las exportaciones del rubro energético se redujeron de $us 6.500 millones en 2014 a solo $us 1.500 millones en la actualidad, lo que implica una pérdida estructural de al menos $us 5.000 millones en divisas para el Estado.
El economista advirtió que el país mantiene un déficit comercial persistente. Solo en los dos primeros meses de 2025, Bolivia importó entre $us 300 y $us 400 millones más de lo que exportó.
“No están entrando dólares. No hay inversión extranjera directa significativa, y los créditos internacionales están paralizados en la Asamblea Legislativa”, precisó.
Al problema de escasa oferta se suma una creciente demanda de divisas. Chávez señaló que “han ingresado al mercado paralelo actores públicos que mueven grandes volúmenes de dólares”, lo que estaría presionando aún más el tipo de cambio informal. Estimó que esas operaciones podrían alcanzar entre $us 50 y $us 100 millones.
La demanda especulativa también ha cobrado fuerza. “La inflación, que ya supera el 15%, funciona como un impuesto sobre el boliviano”, explicó.
“Si alguien tiene 100 bolivianos, con esa inflación pierde 15 en poder adquisitivo. Para proteger su riqueza, la gente compra dólares”, dijo el experto.
El domingo, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, atribuyó la escasez de dólares en la economía y el incremento del tipo de cambio paralelo —que en las últimas semanas ha superado los Bs 14— a un escenario marcado por la especulación y el bloqueo legislativo a la aprobación de créditos externos.
Según la autoridad, esta situación limitó la capacidad del Estado para acceder a financiamiento internacional, lo que incide directamente en la disponibilidad de divisas en el mercado interno.
No obstante, aseguró que el Gobierno trabaja en alternativas para hacer frente a esta coyuntura, acudiendo a mecanismos previstos en la Ley del Presupuesto General del Estado (PGE), bajo responsabilidad del Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB).
“Seríamos ingenuos si solo viéramos una causa. Una de las más importantes es el financiamiento externo, que está bloqueado en la Asamblea Legislativa al alza del tipo de cambio paralelo”, dijo.