Polarización política se agudiza en Bolivia: socialistas y derechistas se enfrentan por el poder

La Paz, 26 de abril de 2025.— Bolivia vive una creciente polarización política, marcada por la fractura del oficialismo y la rearticulación de fuerzas opositoras.
En medio de este escenario, la lucha por el poder ha escalado a niveles alarmantes, mientras sectores sociales expresan preocupación por el rumbo de la democracia.
El Movimiento al Socialismo (MAS), históricamente hegemónico, hoy está dividido entre el ala “arcista” que respalda al presidente Luis Arce, y el ala “evista”, liderada por el expresidente Evo Morales. Este último ha sido señalado por sectores oficialistas como el impulsor de una estructura paralela —denominada despectivamente como la “juntucha”— que estaría operando como un satélite político con intenciones de desestabilizar al Gobierno y recuperar el control del Estado.
Por su parte, sectores opositores de derecha también buscan posicionarse con miras a las elecciones de 2025, aunque hasta ahora no han logrado consolidar una propuesta unificada.
El país se encuentra en una encrucijada, con ambos bandos en pugna abierta y sin señales de diálogo.
La tensión se ha incrementado tras la difusión de un documental realizado por el periodista y exmilitar Zúñiga, que denuncia supuestas conspiraciones y pactos ocultos en las altas esferas del poder.
El contenido ha generado fuertes reacciones, tanto de apoyo como de repudio, y ha encendido aún más el debate sobre la transparencia, la justicia y el futuro democrático del país.
“La democracia está en riesgo. No hay árbitros confiables ni respeto por las reglas del juego”, expresó un analista político consultado por este medio.
Organizaciones civiles también alertan sobre la judicialización de la política, la persecución a voces críticas y la ausencia de garantías para un proceso electoral limpio.
En este clima de alta tensión, la ciudadanía observa con creciente escepticismo y temor lo que podría venir. La falta de acuerdos nacionales, el deterioro institucional y la desinformación son elementos que configuran un panorama incierto y preocupante.